Principe, ¿sin Carro y sin Casa? Las Huevas Compare!

Sergio y Ricardo se conocieron en el barrio, a través de amigos en común, mas adelante la amistad se solidificó, gracias a los rasgos, cínicos y perversos en los que coincidían frecuentemente, la forma tan incisiva de criticar o comentar acerca de personas de su entorno y las bromas sutiles que Ricardo siempre pensó, pero nunca manifestó o si lo hizo, nadie captó la broma y mucho menos sonrió por compromiso.

Cuando tuvieron oportunidad de conversar por primera vez, fue con una botella de ron, entre palabras atropelladas y balbuceos, se cagaron de risa, hablaron de mujeres, comentarios lujuriosos y más trivialidades. Compartían el gusto por las buenas cosas, comida, perfumes, ropa, y coincidían en sus gustos por los lugares tranquilos, rústicos, acogedores, donde se puede uno tomar un trago sin que nadie te joda.

Se hicieron amigos mucho mas frecuentes, en los tiempos que no conseguían trabajo y, compartieron trabajos en dos oportunidades, en circunstancias muy diferentes la una de la otra.

La mejor época de laborar juntos, fue cuando trabajaban en la empresa de un amigo de su padre, era una especie de taller en el que se reparaban las congeladoras de una marca de helados muy conocida en el mercado. Ricardo venia buscando trabajo y regresaba a casa sin buenas noticias y con menos plata en el bolsillo.
Un domingo por la noche Ricardo recibió la visita de Sergio, diciéndole que había hablado con su padre y tenían que presentarse a primera hora en la empresa, los días posteriores estuvieron bien, “muy bien” tenían dinero, se sentían bien, incluso habían subido unos kilitos, la situación sentimental de Ricardo estaba mejor, porque ustedes saben que. Príncipe con novia y sin plata, ¡Las Huevas Compare!

Sergio tenía muchas conquistas, amores de verano, como marinero de puerto en puerto, o en este caso como pescador de malaguas, para ser más realistas. Pero así son las cosas, les fue bien por un periodo largo, pero terminó, como terminan las mejores películas y te quedas con la satisfacción de lo que disfrutaste, como un buen polvo, como cuando obtienes suministrarle un rico orgasmo a tu mujer, un verdadero orgasmo, no esos que con frecuencia tu mujer interpreta a la perfección en el tabladillo de tu habitación, en el que tu mujer asume el papel principal de la obra y tu el papel secundario pero no menos importante, el papel de huevón:   un huevón que se la cree y que se cree el actor porno, el superman, el mas pingón de la cuadra.

VACAS FLACAS, nuevamente Ricardo y Sergio se reunían en el parque hablando de sus “proyectos” fumaban unos cigarrillos colombianos que venían de contrabando y se vendían muy barato, hablaban de lo mismo de siempre, eventualmente visitaban a un amigo que era mochilero (Diego) y tenia una familia un poco loca, una hermana solterona, una abuela sospechosamente muy amigable con sus mascotas y su madre que con sus comentarios desafortunados los hacia sentir mas miserables de lo que ya eran.

Diego trabajaba para su madre, ella era administradora de una discoteca de coreanos. (Los coreanos invierten en lima en karaokes y antros de mala muerte en los que se cocinan la prostitución y drogas).

Finalmente Sergio y Ricardo, terminaron trabajando en la discoteca, irónicamente eran seguridad de la discoteca:  seguridad era lo que menos tenían y proyectaban, porque estaban tan flacos y en ellos dicho oficio era para cagarse de risa, tres semanas después abandonaron el trabajo.
Dos meses después, Sergio decidió estudiar en provincia viajó a Satipo y Ricardo
Había terminado con su novia (una vez más), pero media hora después se arrepintió.

Volver con él, no estaba dentro de los planes de la novia de Ricardo, insistió por un mes pero fue inútil, extrañamente a la siguiente semana le regalaron una perro, fue un evento que Ricardo supo manejar airosamente, atragantándose la pena.

Sergio llevaba cuatro meses en provincia, Ricardo también decidió estudiar, postuló a un instituto de carreras técnicas, ingresó como era de esperarse. Si es de paga todos ingresan. No hay duda.

Sergio regresaba a lima, para visitar, se encontraba con Ricardo para contarse sus eventos y chupar el rico trago corto que disfrutaban tanto, uno de los proyectos que Sergio contaba con tanto entusiasmo, era el de sembrar plátanos en unas hectáreas que le habían prestado, Ricardo estaba asombrado de cómo estaba progresando su amigo, lo felicitaba cada cinco minutos (efectos del alcohol) terminaron esa noche ebrios como de costumbre, dos días después Sergio viajó de retorno a Satipo.

Dos años pasaron después de la última vez que Ricardo vio a Sergio. Ricardo ya estaba terminando su carrera técnica, había tenido algunos amoríos de verano, un par de romances fortuitos, hasta que finalmente volvió a enamorarse. Estaba trabajando con un primo abogado, al que Ricardo ayudaba con ciertos trámites, en pocas palabras un Papeluchero.

Una mañana Sergio visitó a Ricardo, se saludaron, hicieron un par de bromas y Sergio empezó a hablar sobre su proyecto, tenia la mirada fija, la mirada impaciente, del que quiere llegar rápido, Ricardo supo captar en el sus ojos el convencimiento absoluto que sabia lo que quería y no importaba como, lo importante es llegar.

A Sergio le habían propuesto sembrar marihuana, el negocio consistía en una cosecha, solo una le habían dicho que necesitaba para poder hacer un capital para cristalizar su proyecto (sembrar plátanos).
Eran tres lo que entrarían en este negocio, Sergio, el Gordo y otro contacto que se les unió en lima. Ricardo persuadió a Sergio de abandonar la negociación, que podía ser peligroso, pero Sergio no dio paso atras, así que continuo y cuando llegaba a lima le comentaba a Ricardo, sobre los avances, ya no hablaba de marihuana y ni de merca, se refería a la droga como Pollo, un pollo era un kilo de marihuana, así que, Ricardo ya resignado y desconcertado aún por la decisión de su amigo y, con la terrible sospecha de la desgracia, abandonó sus consejos y dejó de lado el papel de moralista, se acostumbro a los códigos y cuando Sergio lo visitaba, Ricardo le preguntaba por los pollos.

8 de febrero, cumpleaños de la madre de Ricardo. En su casa se aderezaban platillos para la fiesta.
Tocaron el timbre y Ricardo miro por la ventana.

Sergio estaba parado en la vereda, pálido, casi transparente con una sonrisa impostada, su apariencia era como si sospechara algún desenlace terrible e inevitable. Es como cuando te subes a un tren y sabes que no puedes bajar hasta que el tren se detenga, era un pasajero en un tren subterráneo, con asientos de cuero desgastado, gentes con bultos, costales llenos de ilusiones, muñecas y carritos de juguete con llantitas de plástico y en el fardo de Sergio habían semillas de plátanos, zapatitos de bebé con roponcitos de color celeste.

Ricardo bajó se saludaron y lo invitó a pasar.

No acá nomás mas bien te invito algo de comer y de pasada conversamos - SERGIO
Puta pero es cumpleaños de mi vieja – RICARDO
Un toque nomás tengo que contarte una huevada – SERGIO
Salieron a un restaurante y comieron algo ligero, luego caminaron al parque, que a esas alturas y dadas las circunstancias más parecía su centro de operaciones.

Habla ps huebón ¿que fue de los pollos? – RICARDO
Puta he traído los pollos, he venido con el Gordo y ya nos pusimos de acuerdo con Santiago (el tercer contacto) – SERGIO
Chucha donde los tienes, ¿cuantos pollos son? - RICARDO
Son dos pollos, pero ese Gordo es un huebón se anda paseando con los pollos, los tiene en el departamento de su prima en una bolsa de Metro, esta huevada ya esta que me pone nervioso – SERGIO
Puta madre deshazte de eso de una vez, no te vayan a cagar huebón– RICARDO
Si pues, ya quiero vender esa huevada, ya tenemos el contacto, mañana iremos para quemarlo y de ahí te busco pa tomarnos unas chelas – SERGIO
Jajaja ya pues, oe vamos yendo que tengo que estar para en cumple de mi vieja – RICARDO

Al día siguiente Ricardo salió a comprar el pan y vio a Sergio con El gordo y Santiago caminando hacia la avenida, Sergio advirtió que Ricardo estaba en la panadería y se retrazó mientras que el Gordo y Santiago lo esperaron unos metros mas allá, efectivamente el Gordo llevaba una bolsa de Metro y casi Ricardo podía oler a esos pollos gordos, despepados y desmoñados.

Oe te busco mas tarde, o ¿quieres ir? Será al toque nomás – SERGIO
No, voy a tomar desayuno, me buscas nomás – RICARDO
Ya OK hablamos – SERGIO

Sergio se ausentó tres días, Ricardo pensaba que quizás se había emborrachado con sus amigos o quizas ya estaba en Satipo.

Esa mañana fue a buscarlo un conocido del barrio (Cabeza de Burro), Ricardo bajó sorprendido porque nunca habían hablado tanto como para que lo busque a su casa.

Habla brother – CABEZA DE BURRO
Habla que fue – RICARDO
Ahí ps brother, ¿oe que sabes de tu pata Sergio? – CABEZA DE BURRO
Nada ps, ¿porque? – RICARDO
Puta loco compra el periódico El Trome – CABEZA DE BURRO
¿Porque, que pasa? – RICARDO
A tu pata y a dos huebones más, los han chapado con merca, salieron en la sección de policiales – CABEZA DE BURRO
Conchesumadre!! –RICARDO

Ricardo subió a su casa sacó plata y corrió al kiosco, estaba asustado se sentía mal, la respiración se le hacia difícil, cuando pagó por el periódico le temblaba la mano, al mismo tiempo se sentía aliviado de no ser él quien estaba en esa situación.

“Cae banda de micro comercializadores de hierba, al rededor de las 9am, en las inmediaciones de la cuadra 2 de la AV. La paz, fueron capturados, Omar Sarmiento (45) alias el Gordo – Sergio Contreras (28) alias Platanito – Santiago Gonzáles (32) alias El Chato. A la banda se le encontró 2 kilos de marihuana, fueron capturados gracias a el seguimiento que se les venia haciendo por efectivos de la policía, no se descarta la posibilidad que haya más miembros de esta banda. Continúan las investigaciones. Dicha banda venia distribuyendo a San Martín, San Miguel y Comas”


Nota:  La frase Titulo del post fue extraida de una pelicula peruana de los 80s
             La Fotografia fue extraida del forosegundaguerramundial    http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=2941