Bailare contigo por la calle sin importar lo que diga la gente

En cierto modo, ser  directo, transparente y radical, es ser un poco mierdita.

Ser mierdita en esta vida, es necesario para evitar catástrofes, malos entendidos y falsas ilusiones (las falsas ilusiones son solo eso, y  no  sirven  para  nada).

La perfección existe, pero no en nosotros, nadie que haya intentado encontrarla o asimilarla, ha llegado a conseguirlo (excepto seres iluminados)


“el titulo nada tiene que ver con el contenido”


Muchos han muerto en el intento y  otros vamos a morir sin intentarlo.

Está bueno ser un poco bueno, pero no tanto, bueno bueno No, bueno con un grado oscuro coherente Si.

Ser una mierdita de vez en cuando o de cuando en cuando la circunstancia lo amerita, nos puede salvar  la vida,   nos  devuelve la  tranquilidad, es como abofetear a un histérico (muy necesario).

No   seas    lo   que   otros   quieren.
De  vez  en  cuando  complace,  escapa  de  ti, pero  siempre   regresa,   siempre. 

Sebastian se llamába pero le decian "culebra" 2 parte

El sorteo
 Sebastian había llenado el cupón con la direccion de la vieja que muy a su pesar lo habia adoptado como mascota (sin consultarle claro está).
Amaneció Sebastian como siempre, esparcido en el jardin, casi como un cadaver.
Era sabado, y eso no le importaba a este miserable, vivía los dias como un perro callejero, sobreviviendo.

Sabado 2 p.m. dieron los resultados del sorteo. Sebastian tenía auto, era un indigenente motorizado.
Lunes 8 a.m. Sebastian estacionado en un Toyota AE86 - 2008 en la puerta  de la vieja.

La decision
Las recomendaciones eran muchas. Que lo venda, que invierta en un negocio, que lo de a trabajar, que trabajé él, pero Sebastian mula como era, tomó una decision. No iba a vender el auto, iba a quedarse con él, dormiría en él, trabjaría limpiando autos para llenar su propio tanque, una mala decision, una decision estupida, pero que más se podía esperar de semejante bestia.

El Sr. Culebra 
Sebastian manejaba solo por las calles de su barrio, sucio pero en auto. El auto lo estacionába en casa  de la vieja y alli dormía él, relajao, con unos clavos, bien horneao, rascandose las bolas, con una botella de agua ardiente feliz.

El dengue 
 2 Meses despues: Vendió todo, los faros, el carburador, el radiador, la computadora, la bateria, (el auto estacionado siempre), las llantas, el motor, los asientos, el timón, la caja de cambios. cada venta era una juerga descomunal, vivió los mejores fines de semana, hasta que le quedó solo  la carrocería vacia, tanto como su propia  vida.

La realidad  y el fin
Culebra no fué un hombre inteligente, no fué un hombre, fué un perfecto animal que murió de un edema pulmorar.

La luna no ilumina es mentira

Porque nací solo, porque cansé de ti, porque tus historias me atormentan, porque cuando yo quiero hablar  me callas, porque  cansé de esperar, porque muero como todos, poco a poco sin avanzar, porque mi vida fue tuya por años, porque no vi mi reflejo por ver el tuyo, por las que dejé pasar por ti, por el temor a la soledad.

"un respiro" 

Cansé de ti, cansé de amar, amar como en las novelas de Venezuela, cansé de esta cuidad, porque nací solo, porque solo voy a morir, morir sin ti es mejor, y no morir por amor, tan cursi no soy, morir de verdad, como mueren los demás, morir ya, porque nací solo y solo debo morir, como mueren todos, como mueren los demás.

Dos Cuadras

La vieja que vende anticuchos, esa la que más que anticuchos vende marihuana a los chibolos del barrio,  estaba en la  esquina de siempre, pude notar que allí estaba por el culazo que se manejaba y la humareda que salía de su parrilla mal curada.  Pero algo tenía esa vieja desmuelada que ya se había comido medio vecindario.

Pasando a la anticuchera vi al carpintero borracho, ese que estafó a mi madre con un ropero que se picó dos meses después y tuvo la desfachatez de seguir cobrando lo que le debíamos. “Maldito viejo hijo de puta  yo estaba chibolo y no pude  sacarte la mierda por estafador” pienso mientras lo veo tirado como un perro sin amo. A veces tengo ganas de empujarlo a la pista, pero pienso que dejarlo vivir esa miserable vida es aún peor, y ver como poco a poco va muriendo o desapareciendo, es la venganza perfecta y sobretodo cuando pide ayuda para pararse cuando esta totalmente tumbado por el agua ardiente y yo me agacho como quien va a darle la mano y le digo mirándolo a los ojos “fuera mierda”  y disfruto ver su expresión al escucharme, su mirada perdida queriendo buscar la mía pero sin conseguirlo y unos hilos de baba colgando de su hocico.

A veces pienso que estos parásitos pirañas disfrazados de  reguetoneros, deberían morir todos, y no uno por uno, si no todos de un porrazo, algo así como en un partido de fútbol, y todo esto pienso mientras camino antes de voltear la esquina, porque volteando la esquina es donde siempre están y lo sé también por el olor a grifa y las risas estupidas de estos estupidos que en su totalidad terminarán muertos o presos. Todos chatos y flacos, con manchas en la cara por la carencia de alguna vitamina, estos mal nutridos, carteristas apestosos con zapatillas Nike, y que usan ropa de negro newyorkino, (que dicho sea de paso a ellos si les queda la ropa), pero a estos enanos malparidos, flacos pelo parao de uñas sucias no les queda, y más bien parecen muñecos de trapo sin gracia.

Ahí esta el huevón que me quiere vender una pagina en su revista que nadie lee y ya no sé como decirle que no me interesa, que a la mitad del planeta tampoco le interesa publicar allí y que pierde su tiempo, que una cosa es ser persistente y otra un tonto que se equivocó de negocio. Se acerca con la cara de hambriento creyendo una vez más que hoy le diré que si, que quiero publicar, que quiero pagarle lo que me pida por publicar. Él espera eso, pero esperará sentado o echado mejor porque ni yo ni nadie en sus cabales va a publicar en esa revista de color pálido y sin vida.

Quince minutos después de ese aburrido monólogo de paporreta,  por fin me liberé de ese vendedor de espacios de papel. Y entro a mi casa, que en realidad no es mi casa, ni de mi madre, ni de nadie. Fueron las dos cuadras más largas de toda mi vida, aggg.


Me taparon la boca

Nunca me ha interesado el fútbol.  He criticado los griteríos y las porras, porque somos tan predecibles, y siempre perdemos  y quedamos descorazonados con la lengua en el culo.
Hoy de regreso a casa, pegado a la ventana y leyendo un libro, pasó algo extraño. Estaba jugando Perú y para variar no me interesó casi nada, pero mientras avanzaban los minutos escuche que el locutor gritaba gol y pensé que no era de Perú, pero no pregunté porque no quería ser como esos que te hablan sin conocerte, y todo porque ganó Perú, así que espere que el locutor de la radio deje de gritar frases románticas, se calme y comente algo coherente. Finalmente me enteré que Perú había metido gol y bueno, era solo un gol, así que  todavía teníamos tiempo para perder, como siempre.

Seguí sumergido en le libro y, minutos después el locutor gritón y romántico y recontra patriota  empezó a lloriquear Gooolll, y nuevamente gol de Perú. No advertí en que momento Venezuela ya había metido un gol, solo escuchaba los gritos y ya sabia que era Perú, trate de continuar leyendo pero no podía concentrarme, hasta que por fin agarre el hilo y justo en ese momento el locutor volvió a gritar  gol y la verdad lo único que hice fue reír y sentirme un poquito orgulloso y como si fuera poco metieron el  otro gol  y  ahí si grité: “vamos carajo” 

Nunca me gustó el futbol, y sigo pensando que el estadio nacional podría ser un gran mercado de frutas, pero hoy sentí lo que sienten otros, esos a los que critico siempre.

 Sentí que cuando el Perú gana en voley un dia y al otro en fútbol,  es una buena razón para abrazar al otro pelotudo que esta a tu lado, así no lo conozcas.

Asi que hoy me meto la lengua al culo. ¡Viva el Perú Carajo!

Sebastian se llamába pero le decian “culebra” 1 parte

Sebastian se llamába pero le decian “culebra”, era un don nadie, un cero a la izquierda, un parasito que a duras penas levitaba por las calles del barrio, una casa vacia,  una ficha sin uso.
El culebra vivió (si a eso se le puede llamar vivir),  toda su puta vida de la misericordia de los vecinos; no tenia donde dormir, y lo hacia en el jardín de una casa vieja, casa de una vieja, que de lasitud  lo dejó dormir allí, porque intentó por todos los medios de echarlo, pero el culebra volvía como garrapata, ni el agua caliente lo ahuyentó. 

Habiendo logrado ser ya, la mascota del barrio, nunca le faltó un plato de comida, se ganaba algunos centavos limpiando carros y haciendo favores. El culebra parecia maleante pero no lo era, era fumón, conchudo, ocioso, pero no un maleante.

Una de las tantas mañanas en las que el culebra estaba en la puerta del mercado esperando que ganarse, una moneda o una fruta, recibió una buena propina, quizás la mejor en toda su vida, culebra no lo podía creer.  Culebra decidió invertir - el 40% para la fumar en la noche – pensó, segundos después se arrepintió  –que sean 60 mejor-

Hechas las sumas y las restas, culebra se aproximó a un kiosco a “leer” los periódicos (es decir a ver las fotos de las malcriadas), rascándose los huevos y oliéndose la mano (su pasatiempo favorito), vio en el  piso un cupón de esos que regalan en los grifos por consumo, y no le hubiera llamado la atención de no haber sido porque parecía un billete de 10 soles, cuando lo vio de cerca notó que era solo un papel, pero como tuvo que caminar unos metros, decidió levantarlo, quizás para que su viaje no haya sido en vano, al leerlo, (dicho sea de paso le costo mucho hacerlo, porque este miserable era un perfecto ignorante), se dio con la sorpresa que era un cupón para un auto que se sorteaba ese fin de semana, pero como él mas que nadie sabia que no había nacido para tener suerte, pues no le dio importancia, pero si lo llenó con entusiasmo,  convenciéndose falsamente que ganaría algo, aunque siendo conciente en el fondo que no seria así.

Caminó pocas cuadras rascándose las bolas y oliéndose las manos hacia el grifo, depositó su cupón oloroso a  huevo avinagrado y se retiro a seguir con su rutina diaria, a hueviar duro y esperar la noche de clavos, mixtos y rascadas…


La Chica Virgo

No recuerdo bien el año, a veces es mejor no recordar o hacerse el huevon.
Por esos  días locos asomó la colegiala, la que me volvía loco, la loca con su juego de coqueta, la de los ojos bonitos, la  coqueta habitual, la chica virgo juguetona.

Los carnavales ya no eran tan infernales como los que me toco vivir años atrás, pero mi chica virgo hizo que ardiera como el mismísimo infierno.

Estábamos parados en la esquina, la esquina de los borrachos y fumónes, los perdidos, los que pronto estarían en un centro de rehabilitación (eso pensaban de nosotros), y mi chica virgo (Vicky), hasta su nombre era fuego, apareció con su short blanco en carnavales, me pareció una mala elección, a mis amigos les pareció la mejor.
Cuando Vicky camino frente a nosotros con su mirada recoqueta,  su boquita roja, su shortcito blanco y sus yuquitas blancas mal depiladas, se me paró, se nos paró a todos, lo siguiente fue una lluvia de globos y baldazos de agua, que pusieron en evidencia lo que guardaba esa colegiala endemoniada, pudimos notar a través de su short blanco la ropa interior que llevaba y me hubiera gustado ser el único en ver esa exposición de arte, como dije antes, se nos paró el corazón,  mi reacción fue retardada, quizás debí enfrentar a mis amigos por arrechos y mojar así a mi chica virgo, pero en el fondo estaba agradecido. 

La chica virgo, no sé si por ser virgo o por ser chica, me tenía como un perfecto imbesil, era un zombi, un tarado, un arriolo desvergonzado. Ya no recuerdo como terminó,  pero finalmente salí con las manos vacías y los porongos llenos.

Quiero ser Libre

Cuando no ganó el candidato por el que voté, me sentí mal, que digo mal, remal vishte!
Escuchaba en la radio a las personas expresarse con una voz penumbrosa, casi al borde del suicidio.
¿Por qué no ganó tu candidato? – por soberbia, de puro creído nomás. Ninguno supo dar el paso al costado para pararle el macho a, La Sra. Fujimori y El Sr. Humala, el que menos porcentaje tenía, invitaba a los demás a renunciar y, el otro decía que según las encuestas, él le ganaba a Humala en la segunda vuelta (pero primero tienes que pasar a la segunda vuelta pe tío), el viejito PPK pagándole a todo el mundo para que le agarren las bolas, consiguió acercarse peligrosamente a Keiko.

Semanas después, la resignación y la reflexión

En un país en el que la libertad es lo mas importante, tratando de vivir yo, lo mas libre que pueda o hasta donde mi novia me lo permita, me siento acorralado, amenazado por los comentarios afilados, que advierten que si no elijo a uno de los dos candidatos por los cuales tengo la seguridad cagaran más al país, pasaré a ser un irresponsable, un inmaduro, un egoísta.
Es legitimo viciar el voto, si la razón para no viciar es, porque se le quita posibilidad a Keiko, la verdad poco mi importa, porque tampoco quiero que gane Keiko, su pasión por ser presidente del Perú, es por amor a su padre, si algo hay que rescatar de eso, es que el amor de una hija a su padre es incondicional, mientras que para muchos de nosotros Fujimori es un ladrón y un corrupto, para ella es solo su papi, entonces su pasión por la presidencia es meramente personal.
Esta claro que las guiñaditas de ojo entre su papi y su tio Vladi evidencia una complicidad y, las amenazas de Vladimiro hacia Keiko, no son más que un sketch para crear distancia entre ellos.

“Somos un país creativo y no porque tengamos vena de artistas, sino porque nos inventamos recursos para sobrevivir, algo bueno nos deja de herencia esta crisis de mierda”

El Sr. Humala, tiene tres planes de gobierno, ¿todavía no se decide por un plan? ó ¿es para tres gobiernos?

Sus alternativas son inviables, él es un buen soldado ¿y quien da las ordenes?
Su afinidad con el chavismo es innegable, las ideas de Humala pertenecen al pasado, ya se probaron y fracasaron, a reciclado un poco de cada dictador que admira.
 Humala se inspira en la experiencia ecuatoriana y venezolana, golpeando para según él reivindicar a la clase y raza subyugada, busca llegar al poder prepotentemente, si no es por las urnas, será por las armas, como lo intento el psicópata de su hermano Antauro en Andahuaylas, asesinando a cuatro policías bajo las probadas ordenes de Ollanta Humala.

Viciaré mi voto de puro rebelde, porque aun si el 60% viciara el voto, solo se prolongaría la agonía, ya que se postergan las elecciones pero con los mismos candidatos, un voto viciado pero conciente y pensado, vale mucho más que un voto desinformado y apasionado, la convicción es lo único que nadie nos quitará.

Queremos Rock

Tontos aquellos que creemos que el rock es alcohol y drogas, y que nos conecta con algún canal inspirador, (recuerdo que eramos 3 rockeritos bien horneados en una habitacion, grabando 2 horas seguidas de arpejios, punteos y riff infernales en un casette tdk, pura inspiracion, sonába tan bien, eramos purito talento. Al siguiente dia, frescos y sobrios, ya no nos parecia tan creativo, era un conjuntos de notas desafinadas y porque no decirlo, desatinadas tambien).



Tontos tambien los que creen que en el rock habrán mujeres dispuestas a conceder tus caprichosos sexuales (eso solo pasa en las peliculas).

Tontos somos todos por creer en las peliculas que narran la vida de las estrellas y, más tontos por no darnos cuenta, que esos cortos capitulos, son parte de una vida interrumpida, porque esas vidas locas duraron 27 años, ¿creen acaso que hubieran durado 50 años a ese tirmo? – pues no, precisamente por esa razón estan muertos.

Tontos los que pretenden vivir toda su vida, lo que vivieron en 15 años algunas leyendas del rock.

Tonto aquel que no se da cuenta que si alguna leyenda del rock sigue viva, es porque quien administra su vida, es una mujer

Yo soy la muerte

Muchos dicen que la muerte es un nuevo inicio, la vida después de la vida, la verdadera vida, pero los que dicen eso, nunca han muerto, es más, estoy seguro que tampoco quieren morir.  Pero, ¿Quien quiere morir?  Solo los fanáticos, los que tienen la dicha de tener una fé ciega.



No sé ustedes, pero yo no quiero morir, sabemos que la muerte es tan real como la vida misma, la muerte es la única verdad de la cual estamos todos seguros.

La muerte va a llegar, eso lo sabemos todos, pero nadie quiere hablar de eso, excepto los vendedores de seguros.

Falta tan poquito para que te olviden, para que tus bromas ya no den risa, si tienes treinta años de edad, te quedan treinta más, con suerte cuarenta.


Los románticos suicidas, pierden la cabeza y la vida inútilmente, creyendo que al morir ellos, estarán con su amado(a), o mejor dicho, que no estarán, porque lo único que es seguro es que no estarán, no gozarán de nada, porque simplemente no existirán.

Quiero creer en la reencarnación, pero no quiero perder la conciencia al retornar con otro cuerpo, quiero reencarnarme 107 veces, y saber quien fuí para terminar lo que deje inconcluso. Los que mueren y  los que están muriendo en este momento, no quieren morir, me pongo en sus zapatos por un momento (aunque dudo que los tengan puestos), querer gritar, ponerme de pie y no poder, porque el cuerpo que poseo esta muriendo,   pero de algo si estoy seguro y, no porque haya muerto alguna vez, si no porque mi sentido común me lo dicta, al moribundo, se le desvanece la voluntad, ese afán de querer seguir vivo, se hace humo.


Las enfermedades terminales, te advierten que el final será mas pronto, nadie esta preparado para esa terrible noticia, si ya el hecho de saber que vamos a morir, es tormentoso, imagino que saber que vas a partir con pasaje de ida, y mas pronto de lo planeado, y sin equipaje pa concha, debe ser terriblemente borrascoso.

Todos estamos muriendo, cada minuto, vitalmente nuestro cuerpo esta más viejo hoy que ayer. Visto desde ese punto, estamos muriendo todos. Comer sano y hacer deporte no te hará vivir más, vivir mejor, quizás.

La Opaca

Eran días de descontrol, euforia. Esperanzados en  que nunca termine la diversión, parecía que todos estábamos llenos de energía y de color, sobretodo color, porque me parece  que describe mejor lo que profesábamos, prolongar la diversión.


Tragos, humo, carcajadas socarronas, miradas coquetas, planes ocultos, y de pronto se asoma este personaje salido de una película de terror de los años setenta, una jovenzuela asexuada, desprovista del mas mínimo indicio de seducción, es más, para ella no existe esa palabra, ni el propio sentimiento,  medía (mide), 1.65cm. Aprox.,  su pelo era (es) negro, ni muy largo, ni muy corto, le llegaba (le llega) a la altura del hombro, su rostro era pálido, muy pálido (hoy es cenizo), su mirada sin expresión, era como mirar una pintura antigua, aburrida, sin sentido, sin razón de ser y peor aún, sin ningún valor, vestía (viste) un polo plomo claro, ancho, muy ancho y un buzo plomo rata, de esos que vendían en el mercado, vendían, porque ya no se vende eso, y si alguien lo tiene en venta, debe estar completamente loco.



Sus primeras apariciones eran intrascendentes, era tan insignificante su presencia, que las moscas no alzaban vuelo cuando ella se acercaba, y lógicamente nosotros nunca notamos su decadente andar, su trayectoria estaba fuera del tiempo, del recuerdo, hasta de la propia naturaleza, estoy casi seguro que si ella hubiera usado un reloj de pulsera, este se habría detenido, siendo incluso un reloj a pilas,  podría afirmar hoy, que por sus venas corre arena, arena muy fina y fría, la opaca es gris hoy, la opaca era gris antes, la opaca existe aún, con el mismo buzo y el mismo polo por supuesto, su rostro ya no es pálido, es cenizo y sus ojeras muy profundas, pero un detalle, un nuevo accesorio para el 2011, es un pequeño perrito, una mascota que empieza a perder color, un perrito que ella lleva en sus brazos y cuida tanto, como si dentro de él estuviera su corazón, y hasta su propia alma.

Delirium Tremens

Ya había pasado por esto en otras oportunidades y siempre dije que seria la última vez, pero como siempre, eso suele ser una gran mentira.


Sentí miedo y miedo a todo, no quise ver a nadie, pero cuando estuve solo, sentí ansiedad, es decir;  no quería ver a nadie, ni que nadie me viera, pero tampoco quería estar solo, es una sensación extraña y sería terrible que eso se prolongue por mucho tiempo.

Fueron dos días de alta sensibilidad a la luz y al ruido, letargo, agitación e irritabilidad.

Extrañé los días cotidianos, comúnes y predecibles, porque quería que todo vuelva a la normalidad.

Padikiu se acabaron las paltas, compra más, nunca entendí ese sonido, ahora me provoca el melón, desde hace varios días, me da la sensación de frescura, esto no es poesía, poetas son los que hablan y escriben bonito, no quiero ser el mejor amigo de una mujer  y  tampoco quiero tener un millón de amigos, a menos que cada uno de ellos me regale un dólar. Quiero recuperar la confianza perdida y vivir sin preocupación, aunque una vida sin preocupaciones, casi no es vida.

No lean a letra muerta lo que esta escrito, porque para mi estas letras son menos que nada, son solo eso, palabras escritas que no revelan un rasgo de alguna personalidad.