Sufran Por Mi

Ya esta casi todo listo, los tramites están avanzando y en un mes aproximadamente inauguro mi iglesia, se llamará “Sufran Por Mi” espero que todos lo que sufran más que yo, “sigan sufriendo”, y vengan a mi iglesia. La iglesia será acogedora, todo esta quedando lindo, (el diezmo es obligatorio) tenemos varios ambientes (todos muy cómodos y con sermones pintados en la pared, para que te recuerden lo miserable que eres).


Podrán encontrar ambientes para los violadores arrepentidos. Este ambiente particularmente me conmueve porque esta surtido de muchos pañitos, para que se limpien la baba los ¡degenerados hijos de puta!

Tenemos otro bonito y acogedor ambiente para los que mataron a su madre, estos individuos, sufren mucho, y eso queremos, que sufran. Este ambiente es uno de mis favoritos. Tenemos imágenes de todas las vírgenes, hemos trabajado mucho para conseguir estos cuadros (es que somos un equipo y lo hacemos con amor, somos casi una familia), caminando en las cachinas de Lima, (las peores, las mas asquerosas y peligrosas), conseguimos imágenes de: Inmaculado Corazón de María, Virgen del Carmen, Virgen de Fátima, Nuestra Señora de Guadalupe, María Auxiliadora y una imagen de Krishna, y no porque lo considere una virgen, si no porque tiene carita de mujer, y además todos los miserables que estarán en este ambiente, ni lo notarán.

Tenemos ambientes personalizados para los cachudos que mataron a sus esposas, estos ambientes son más pequeños (parecen casetas telefónicas), en ellos hemos pegado fotos de todos los amantes de la finada, si es posible encontrar fotos de su esposa y su amante juntos, mejor. Previamente el infeliz debe pagar una pequeña suma (para gastos administrativos, y para pagar al traidor que nos proporcionara las fotos), la suma no debe bajar de 100 dólares americanos, esto te dará derecho a sufrir por 2 largas horas, te proyectaremos videos del recuerdo (cuando eras feliz con tu mujer), y si es posible su canción favorita, todo esto va a depender de que tan hábil sea la persona allegada a ti, seguro otro miserable de tu misma calaña, JA JA JA JA.

A pesar de todo, a estos miserables que matan por desamor, les tengo un poco de clemencia y un respeto, (por no decir admiración),  porque tienen los cojones para matar a quien les hizo daño, porque hay que ser bien cojudo para creerse el comprensivo y el que Ama más, ¿quien en su sano juicio puede decir “Te Amo tanto que por eso deseo que seas feliz con otro y no conmigo, aunque me hayas dejado y humillado, Te Amo y que Dios te bendiga”? solo un Gil de Goma podría decir eso, si uno Ama a quien te Ama, no es lógico Amar a quien te Amó, y ahora no te Ama, (en el amor no hay lógica, seguro están pensando, como el fútbol pues). Bueno no me importa, igual esa es mi teoría, cuando tu mujer te deja, agradécele que te hizo mucho daño, porque eso te ayudará a superar (odiar) como corresponde, a tu ex y si tienes huevos la liquidas.

Están invitados todos: cojos de la pierna izquierda y de la derecha, esquizofrénicos, (y todos sus amigos), psicópatas, pervertidos y pajeros, y todos los desgraciados que estén decididos a sufrir más que yo, todos los hombres dispuestos a sufrir por mi,  porque ya me aburrí de sufrir, no es divertido y no es rentable, sufran por mi y seré rico, sufran por mi y les prometo hacerlos sufrir más, sufran por mi y en dos años ya no tendrán que pagar, sufran por mi y seré feliz.

Los amigotes 1 parte (la cita)

Éramos tres pendejos, dije pendejos que no es lo mismo que malandrines.

Yo, Alberto, un pendejo prudente, que por mas prudente que era, siempre los maleantes del barrio le buscaban la bronca, de tantos pendejos que habían, era siempre yo el que pagába pato, precisamente por atraer con facilidad las mirabas de los pirañas, quizás por mi cara de huevón o de arrogante. Mis amigos me llamában “nube negra” y perdíamos toda pendejada cuando teníamos que enfrentarnos a ellos.

Éramos pendejos que chupaban ron y pocas veces cerveza, fumábamos marihuana, nos reíamos de estupideces, no le hacíamos daño a nadie. Éramos pacíficos, casi casi unos hippies apestosos y cobardes pero dentro de todo, unos pendejos, cada uno con su rollo, pero con el mismo gusto por la vagancia, gusto que compartíamos sin vergüenza, porque de eso se encargaban nuestras madres, nuestras pobres madres que dormían a sobresalto, mientras nosotros, picaditos y un poco arrebatados, hacíamos llamadas de los teléfonos públicos Bellsouth, con monedas antiguas.

Jesús como irónicamente se llamába, era el loco del teléfono, siempre tenía uno que otro truco para hacer llamadas gratis, fue el primero de nosotros en tener correo electrónico y afanába chibolas en latinchat, su habilidad para estafar a las compañías telefónicas nacio gracias a la necesidad (dicen que la necesidad te vuelve creativo, si fuera así,  yo,  ya estaría a punto de inventar la maquina del tiempo). Mi amigo Jesús, el loco del teléfono se metía largas conversaciones, con todas las inocentes adolescentes del Chat y por eso desarrolló la habilidad de estafador telefónico.

Juan Carlos, el mas galán de los tres, aunque nosotros también teníamos nuestras cositas, bueno…con toda humildad, me atrevo a decir que yo tenia mis cositas, quizás mas cositas que mi amigo Jesús, quien era chato, narizón, cabezón y no sé si pingón, pero sospecho que si lo era, y que ese era su talento con las chicas, eso y su gran sentido del humor.

Juan Carlos, el mas papi de los tres, tenia éxito con las chicas, las mas ricas querían con él, pero por alguna razón, después de conocerlo o estar con él, lo terminaban dejando, tenia su chispa, a parte de su pepa, pero con las chicas era extremadamente gilero y perdía con ellas esa chispa natural, se convertía en un Bobo, un Bobazo, como dicen los pirañas, es decir un huevas tristes.

Antes que me animara a tener correo electrónico, Jesús nos pidió que lo acompañemos a uno de sus encuentros a ciegas, un encuentro que ya había coordinado previamente sin  preguntarnos.  Nos esperaban nuestras doncellas, ¿bellas? No sé.

Eran tres chicas que nos esperarían en el centro comercial, un gran centro comercial en chorrillos, yo estaba un poco desanimado porque no tenia plata, pero Juan Carlos y Jesús, insistían, diciendo que será divertido y todo una joda “como hueviando” cada vez que decían eso, yo pensaba, que no quería terminar así mi vida, “como hueviando”

Finalmente acepté, era verano, golpe de las 3 de la tarde, con pasaje de ida, porque después ya veríamos, eso significaba que regresaríamos caminando, asi que con pasaje de ida, un rico calorcito y mis lentes de sol, me fui con los recontrapendejos del barrio.

Ya estábamos en el centro comercial, para encontrarnos con las adolescentes inocentes, que daban sus números de teléfono a tipos desconocidos, mayores que ellas, y que no tenían reparo en encontrarse con ellos en un centro comercial. Era un encuentro de pendejos, tanto ellas como nosotros.

Mirábamos para todos lados, creyendo encontrarlas en cada grupo de tres chicas, yo me fijaba optimista, en las más bonitas, mientras mis amigos, en las mas feas, porque era divertido imaginar que tal vez eran mas feas que el hambre, mas feas que una patada en los huevos y también seria divertido ver a esas feas y cagarnos de risa en sus caras humilladas, de pronto vimos a tres chicas, que miraban con cara de perdidas y desesperación, mas perdidas que nosotros, por no decir mas desesperadas que nosotros. Dos de ellas eran horribles, una era gorda y fea y la otra flaca, desculada y unos ojos pequeños, muy pequeños y con unas pestañazas largas horribles, la tercera pasaba piola pero tampoco era la reina de la primavera, es solo que en contraste con sus compañeras, que eran horribles, se creaba un efecto, una ilusión conveniente para ella, “hay que largarnos de acá y dejar que a estas mostras se las levante un heladero” dije “jajaja no seas huevón, hay que joderlas, alucinarlas” dijo Jesús, que parecía ya haberle echado el ojo a una de ellas, porque mi amigo Jesús amaba a todas, como el mismo Jesús de Nazaret, mi amigo Jesús, tenia buen estomago, era un reciclador, levantaba todo, porque todo le servia. En cambio Juan Carlos, no estaba muy contento, y quería largarse al barrio. Finalmente nos acercamos, Jesús tomó la iniciativa, Juan Carlos y Yo, unos metros detrás de Jesús, viendo con cierta angustia por saber si eran ellas o no, y rogando que no, de pronto el voltea con una sonrisa de pendejo, y pude leer en esa sonrisa lujuriosa que si eran ellas, las tres feas, nuestra cita a ciegas y créanme en ese momento hubiera querido ser ciego.

Iríamos a la casa de la gorda, la que terminó siendo mi gorda, sin darme cuenta y sin que me lo consultáran, por alguna razón siempre coincidía con ella mientras caminábamos, la tenia pegada a mi como chicle o como un Puaj, para los que no saben que es el Puaj o lo olvidaron, pueden refrescar su memoria aquí  http://www.arkivperu.com/blog/?p=2337

Llegamos a la casa de la gorda, no era la mejor zona de chorrillos, era un arenal con casas sin acabados, mayormente todas gris y en algunos casos, simples ladrillos. Estábamos sentados en los sillones, cada uno con su respectiva mostra, las chicas habían puesto música de moda, tenían un equipo de sonido, grande, extremadamente grande, una exageración, la gorda, mi gorda sacó un trago que sabia a maracuya de sobre con alcohol, eran ya las 6:30pm y el único que aplicó la ley fue Jesús y si nosotros queríamos campeonar debíamos aplicar la ley del pescado, o sea cortarles la cabeza y comernos el cuerpo.  En cambio Jesús estaba feliz con su chica, la mas linda de las tres y yo pienso que la mas linda, planeo y escogió a sus amigas, a las mas feas para ella siempre sobresalir y las pobres feas eran tan feas que no encontrarían a nadie tan feo como ellas.

Pobres hijas de Satanás, chicas con cara de diablo y poto de ángel.

Estaba anocheciendo, ya teníamos que irnos, los padres de la gorda regresarían pronto, hubiera preferido que regresen antes y me salven de esta tortura. Los intentos por seducirnos, con todo disfuerso y el cañazo del viejo de la gorda, fueron en vano.

Nos pusimos de pie y dijimos “bueno…nos vamos” y ellas en coro “ohhh” y yo “y ahora como chucha nos vamos” pensé, entonces ellas se ofrecieron a acompañarnos al paradero, yo jalé a Jesús y a Juan Carlos a un lado y les dije “estas huevonas tienen que pagarnos por haber venido hasta aquí” se cagaron de risa, pero yo lo decía en serio, tenían que prestarnos para pasaje, yo no pensaba regresar caminando desde chorrillos, “pide para pasaje huevón” le dije a Jesús, “y yo porque” dijo “porque tu la has pasado mejor que nosotros y fue tu idea venir” le dije “ ya ya, les voy a pedir” dijo y se acerco donde las chicas, que coquetas nos miraban, les dijo “chicas hemos tenido un inconveniente, se nos a perdido el dinero y nos quedamos sin pasaje, podrían prestarnos, prometemos volver y devolverles y pasarla bien” ellas se quedaron pensativas, con cara de incrédulas, pero era obvio, quien le iba a creer una palabra a ese enano narizón, con cara de estafador, entonces la gorda estiro la mano y alcanzo a jalar mis lentes de sol, que yo llevaba en la cabeza, y dijo “bueno les prestamos pero me quedo con tus lentes y tienes que regresar por ellos” y yo “claro normal, igual vamos a volver” le dije con una mirada coqueta, pero por dentro pensé “gorda pendeja, me cagaste, no voy a volver nunca, prefiero perder esos lentes que volverte a ver la cara, gorda asquerosa”

Continuará...

Al chopin con el Shopping

Hoy será genial, fue lo primero que dije al levantarme, un domingo con un tímido brillo solar, es un perfecto día para no hacer nada, tomar las cosas con calma, ver algunas películas y hueviar en internet. Era ya casi el medio día, sin nada que hacer y lo estaba disfrutando tanto. Fue entonces cuando recibí la llamada de mi novia,  me estaba proponiendo acompañarla a comprarse unos zapatos y almorzar algo rico por ahí.



Tras analizar la situación, decidí aceptar, porque después de todo, salir a tomar un poco de aire no estaría mal, pero eso si, sin hacer el mayor esfuerzo, tal vez ayudarla a escoger los mejores zapatos y verla feliz con la compra, sabiendo que contribuí a esa felicidad tan trivial.

Estábamos en ese gran centro comercial, con muchas tiendas, de las que ella podía entrar y salir sin dejar de mirar por aquí, por allá y acullá. Ya habían pasado tres horas aproximadamente y aún no encontrábamos los zapatos, esos zapatos ideales que buscábamos tan meticulosamente como cenicientas calentonas, pero eso no me alarmaba porque son solo tres horas, lo que si me extrañaba era, ver que aparentemente ella había perdido el apetito, mientras yo, ya estaba pálido y con frió, característica típica de quien se esta cagando de hambre, así que amablemente sugerí que debíamos tomar un descanso, almorzar y luego seguir buscando.


Entramos a una polleria y pedimos dos cuartos de pollo, parte de pecho, porque tanto a ella como a mi, no nos gusta la pierna, pero sospecho que más a mi, pero el mozo que no fue muy amable, nos dijo que no salía, osea quiso decir que no se vendía dos pechos y nos iba a obligar a regirnos al Yan Ken Po la mejor presa de pollo, y se vería muy feo, porque yo debo ser un caballero y dejar que ella coma el pecho y yo la pierna, pero yo no quiero ser infeliz hoy, quiero comer pecho y ser un egoísta, finalmente termino comiendo la pierna y renegando por dentro, y mi novia diciéndome que para la próxima nos sentaremos en mesas diferentes y pediremos parte de pecho, cada uno y por su cuenta y después nos juntaremos en una mesa para celebrar nuestra hazaña, esa idea me pareció genial, pero tampoco quería caerle mal a los mozos que seguro nos odiarían por hacer eso.


Salimos de la polleria, yo eructando el pollo y ella pensando a que tienda nos faltaba entrar. Eran ya las ocho de la noche, yo con un severo dolor de cabeza, mucha sed por el pollo a la brasa y ella sentada con muchos zapatos a su alrededor y el joven vendedor que ya estaba perdiendo la paciencia,  habían dos pares de zapatos que me parecían geniales, es que después de tantas horas, ya era un experto en notar los pro y los contras de los zapatos, y ella preguntándome cual le quedaba mejor, yo haciendo el mayor esfuerzo para que compre de una buena vez, pero fue inútil, no eligió los zapatos que le recomendé, no compro nada, porque nada le parecía bonito y a mi no me parecía bonito ese día, que empezó tan bien y termino tan mal.


Suena feo pero es cierto, es un gran sacrificio ir de compras con tu novia y sirve de muy poco tu opinión (creo que te preguntan, para saber, que es lo que no deben comprar), porque finalmente terminaran comprando lo que ellas quieran y en algunos casos no compran nada y si no compran nada, estarán furiosas con su inútil acompañante de compras, ¿Por qué? No sé.